Todo lo que esta sucediendo a nuestro alrededor, es sin duda consecuencia de lo que hacemos al respecto.
Dentro de lo abstracto y complejo que somos los seres humanos, escondemos la ausencia de la conciencia. Esa parte que nos mantiene atentos. Despiertos.
No es precisamente que no nos interese el mundo en el que vivimos. Es quizá que no nos hemos dado cuenta de nuestro papel y la importancia de nuestra existencia en la tierra.
Cada uno de nosotros tiene una tarea; pero en el camino, encontramos obstáculos, salidas de emergencia, diversiones, distractores, falsas metas... Lo triste es que en ese andar, vamos dejando la confianza, las emociones y los sueños. Pensamos que no podemos continuar. Creemos que no podemos; cuando el acto de creer, podría sólo cambiar el peso de la balanza y así creer en todo lo que sí podemos.
En palabras de Gandhi "Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo", de aquí partimos y nos damos cuenta de lo que somos capaces y de todo el poder que tenemos para hacerlo.
Es por eso que en la siguiente actividad Diseño de mi programa de consumo sustentable (tomada del libro "Desarrollo de Competencias en Ciencia, Tecnología, Sociedad y Valores de Samuel Salinas Álvarez páginas 49 a 52) les propongo realizar, a conciencia, un análisis de los productos que usamos en el día a día, y que pocas veces nos detenemos a evaluar el impacto que tienen en el ambiente.
Los invito a que lleven a cabo la siguiente actividad y me cuenten cuáles fueron sus conclusiones.
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